Rocío Bazán, (Estepona – Málaga, 1977). Cantante flamenco joven considerada una de las grandes realidades del flamenco actual. En el año 2002 recibe uno de los premios más importantes que otorga el mundo del Flamenco, el “Giraldillo Jóvenes Interpretes” de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla, por ser una cantaora de extensos registros.
Enamorada de otras músicas, Rocío Bazán es una cantaora de largo recorrido dentro y fuera del flamenco. Una de esas “rara avis” de la escena flamenca que conoce prácticamente todos los palos de este arte tan misterioso y cuya voz sugerente, llena de magnetismo y poderío tiene la capacidad evocadora de las voces más raciales que se hayan podido escuchar durante el último siglo XX
Rocío Bazán
Rocío Bazán
La sala Joaquín Turina de Sevilla acogió el estreno del espectáculo de Rocío Bazán “Desde el Alma hasta la Boca” dentro de la programación de los “Jueves Flamencos” obteniendo un gran éxito de crítica y público. Posteriormente, este espectáculo ha supuesto uno de los momentos álgidos del Festival Suma Flamenca de la Comunidad de Madrid, consolidando esta nueva producción, creada y dirigida por ella misma, como una de las más firmes propuestas escénicas del panorama flamenco actual.
La esteponera se ha llevado a ilustres poetas a su terreno a fin de constatar que el alma flamenca es el componente espiritual de los estilos, tal y como puso de manifiesto en el zorongo lorquiano, en la serrana de Antonio Murciano o en la guajira con versos de Rafael Alberti (‘Elegía al niño marinero’) y el baile esplendoroso de David Pérez, cantes que demandan sonoridades intensas pero que requieren la sutileza del fraseo y el matiz, con melodías que pusieron al descubierto la consabida valía de la guitarra de Manuel Herrera, pero que no se dejaron confundir por la presión de cantar en Sevilla.
Pero más allá del análisis expresivo, hay que resaltar que las sonoridades de Rocío Bazán han crecido en afinación pura, con timbres muy ajustados e interpretaciones emocionales despojadas de toda teatralidad y circunscritas a un marco de precisión tonal, lo que eleva el mérito de una propuesta que si se vale de la voz en ‘off’ y fotos proyectadas no es sólo para que la poética sea entendible, sino para sobreponerla a la idea del mero recital merced al color armonioso de su impronta, con fragmentos que parecieron esencialmente de alta inspiración.
Antonio Fernández Díaz "Fosforito"